Estos encuentros son anuales y los organizan la OIDP (Observatorio Internacional de la Democracia Participativa) y ciudades de Portugal y España de relevancia en la implementación de los presupuestos participativos. En este caso también se contó con el apoyo de la Diputación de Barcelona. Rosa Borge, líder del grupo CNSC, presentó parte de los resultados del proyecto DEMOC2023 entre los que destacan algunos de los aspectos más importantes del despliegue de los presupuestos participativos en Cataluña: cifras de participantes, diversidad de canales empleados (plataformas digitales, actividades y talleres presenciales, voto electrónico), tipología (de ciudad, de barrio, sectoriales), relación con el tamaño del municipio y adopción según el color político del gobierno local. También se debatió sobre cómo mejorar estos procesos, por ejemplo, para incrementar la participación mediante presupuestos en los que se pueda decidir sobre la partida de gastos y servicios, y no únicamente inversiones urbanísticas. Asimismo se analizaron buenas prácticas como el buen funcionamiento, en muchos ayuntamientos catalanes, de los presupuestos participativos de jóvenes. Según Rosa Borge, los presupuestos participativos están bastante institucionalizados en los municipios catalanes porque no hay mucha discontinuidad y han alcanzado a más del 80% de la población catalana, empleándose principalmente en los municipios grandes y mediados. No obstante, los municipios pequeños que despliegan presupuestos participativos acostumbran a lograr una mayor participación de la ciudadanía.
Fotografía: Sergi